Verás,

Te voy a contar una historia que quizá desbloquee todas tus creencias limitantes respecto a la venta se refiere.

Había un tipo llamado Thomas Smith.

Este tipo no era un marketero que juega en un parque de bolas en las redes sociales hablando de vender con valores y colores.

Era un marketero de verdad y escribió un libro llamado succesful advertising.

Y entre muchas cosas, hablaba del número de impactos que un ser humano debería recibir para que una comunicación publicitaria cumpliera su cometido.

Que naturalmente, no es otro que vender.

-La primera vez, que una persona mira un anuncio, no lo ve.

-La segunda vez, no lo percibe.

-La tercera vez, es consciente de su existencia.

-La cuarta vez, recuerda vagamente haberlo visto antes.

-La quinta vez, lo lee.

-La sexta vez, lo curiosea.

-La séptima vez, empieza a molestarle el anuncio.

-La octava vez, dice «otra vez ese maldito anuncio.»

-La novena vez, empieza a pensar que se está perdiendo algo.

-La décima vez, pregunta a sus amigos y vecinos si han probado el producto.

-La undécima vez, como la compañía puede pagar tantos anuncios.

-La duodécima vez, piensa que el producto debe ser algo bueno.

-La decimotercera vez, empieza a pensar que el producto tiene algo bueno.

-La decimocuarta vez, empieza a creer que el producto tiene valor.

-La decimoquinta vez, lo ansia.

-La decimosexta vez, piensa que algún día comprará el producto.

-La decimoséptima vez, anota que tiene que comprarlo.

-La decimoctava vez, maldice no poder comprarlo.

-La decimonovena vez, cuenta su dinero cuidadosamente para ver si puede comprarlo.

-La vigésima vez, ve el anuncio, compra el producto publicitado.

Bueno, seguro que algún marketer de alguna red antisocial le encantaría ponerle comentarios de hate al Sr. Smith.

Que es un vende-humos, que es un pesado, que hace spam, que seguro que miente para vender su curso de publicidad, que en su sector no funciona así, que su cliente es muy distinto, etc…

Bien, el caso es que el Sr. Thomas Smith, no tiene X, ni insta, ni linkedin, ni youtube, ni nada de nada.

¿Por qué?

Porque escribió esto en 1885.

Y a día de hoy, su teoría sigue igual de vigente.

Robusta.

Implacable.

Inquebrantable.

Impenetrable.

Imposible de tumbar.

Terminator contra todo lo demás…

(Jajaja, me he vendio arriba)

Bien, sigo.

Si piensas que eres muy pesado por escribir a diario, por llamar a diario, por hablar a diario, por respirar a diario, por comer a diario, por ducharte a diario, por dormir a diario, por ofender a diario…

Relee la teoría del Sr, Smith.

En este momento, queda desbloqueado en tu mente, la creencia de que vender a diario es malo.

Si quieres más marihuana digital.

Abajo.

Échale un par de Huevos. Audio.