Verás,

Mientras tú pagas la gasolina a 1,70, la luz a precio de oro y ves cómo tu sueldo no da para más,

EE.UU. acaba de firmar un paquete de armas de 10.000 millones de dólares para Ucrania.

Pero tranquilo: no lo pagan ellos.

Lo pagas tú.

Yo.

Y hasta tu abuela.

Porque aquí está el truco: Trump ha hecho la jugada perfecta.

Él pone las armas,

Europa las paga

y Ucrania se convierte en el cliente VIP del catálogo armamentístico de los Estados Unidos.

Es el Amazon militar.

Zelensky tiene una tarjeta regalo de 10.000 millones de dólares, cortesía del contribuyente europeo, para pedir lo que quiera:

misiles Patriot,

HIMARS,

JASSM,

ATACMS…

Lo que le dé la gana. Sin restricciones. Incluso para atacar en territorio ruso.

¿Y tú?

Tú trabajas, te retienen, te fríen a IVA, pagas IRPF, y parte de ese dinero no va a sanidad, ni a pensiones, ni a carreteras.

Va a blindar Kyiv y a bombardear Donetsk.

Por supuesto, sin que nadie te haya preguntado.

En lo que va de guerra, Estados Unidos ha comprometido más de 60.000 millones de dólares en ayuda militar.

Pero lo mejor viene ahora: con este nuevo acuerdo, Trump ha decidido que la fiesta la pagamos nosotros, los europeos.

Que si España, que si Portugal, que si Alemania.

Todos pasan por caja.

¿Y por qué?

Porque ahora esas compras cuentan como gasto militar dentro de la OTAN, lo cual le viene de lujo a los burócratas europeos para maquillar cifras sin tener que invertir realmente en defensa propia.

Trump no ha cambiado de opinión por amor a Ucrania.

Lo ha hecho porque le salen las cuentas. Se queda como defensor del mundo libre, se embolsa el dinero de las fábricas de armas y no suelta ni un dólar.

Una jugada maestra. Cínica, pero maestra.

Pero no todo es brillante: Putin está acorralado, y eso puede hacerle más peligroso.

Rusia está importando mano de obra esclava de Corea del Norte, sus bajas superan el millón entre muertos y heridos, y empieza a quedarse sin soldados, sin chips y sin dólares.

Mientras tanto, China sonríe desde la sombra: cuanto más dure esta guerra, más tiempo tendrá Xi Jinping para avanzar sin que nadie le moleste.

Y mientras tanto en España, nadie te explica que parte de tus impuestos están financiando una guerra que ni has votado ni entiendes.

Nadie te dice que, mientras no puedes pagar el alquiler, estás regalando lanzacohetes a un país a 3.000 km de distancia.

¿Hasta cuándo vamos a pagar guerras ajenas?

¿Dónde están nuestros políticos cuando se firma todo esto?

¿Y por qué nadie tiene el valor de contártelo así?

El estado es el que genera todos los problemas, mientras los políticos y dirigentes están en sus despachos con aire acondicionado, mandan a civiles inocentes a que mueran en una guerra absurda.

Corea del Norte está enviando mano de obra esclava a Rusia para sustituir a los soldados que ya no quedan.

¿Y a qué los están destinando?

A trabajos sucios, peligrosos, inhumanos. A limpiar minas.

A meterse en campos llenos de explosivos, sin equipos modernos, sin protección, sin garantía de salir vivos.

Putin no tiene soldados, no tiene recursos, no tiene aliados. Así que tira de los únicos que están peor que él: los norcoreanos.

Gente sin libertad, sin derechos, sin voz, enviada a una muerte casi segura para desminar los terrenos ocupados o preparar nuevas ofensivas.

Van a limpiar los campos que mañana mismo pueden volver a sembrarse de explosivos. Son carne de cañón.

Y mientras eso pasa, tú, desde Valencia, Barcelona o Málaga, estás pagando misiles que volverán a convertir esos campos en zonas muertas.

Esta es la parte más oscura de todo el conflicto. Una guerra donde unos ponen la sangre, otros los esclavos, y tú la financiación.

Aquí abajo te dejo el video de: «El Estado no es tú padre, por eso no prosperas»

Ver video.

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