Esto es lo que está pasando y lo que no nos cuentan.

¿Has oído hablar de la nueva regulación sobre los alquileres turísticos en Madrid?

Pues prepárate, porque lo que se está cociendo no es solo una reforma, sino un auténtico mazazo para los pequeños propietarios, emprendedores y hasta para los que alquilan su casa de vez en cuando para ganar un extra.

Aquí te explico por qué esta regulación no es lo que parece y quienes son los que están detrás de esto.

1-La regulación podría dejar Madrid sin pisos turísticos

Madrid, una de las ciudades más turísticas de Europa, tiene más de 24,000 apartamentos turísticos.

Sin embargo, la nueva ley plantea reducir esa cifra a menos de 300.

Sí, has leído bien, solo 300.

Esto significa que si eres de los que alquila tu piso en plataformas como Airbnb, probablemente tu anuncio desaparecerá en el corto plazo.

Las reglas son tan estrictas que solo los apartamentos con acceso directo a la calle y ascensor privado pasarían el filtro.

¿Te suena raro?

Claro, porque la mayoría de los pisos de Madrid no cumplen con esas condiciones. En la práctica, la mayoría de las personas que alquilan su casa a turistas quedarían fuera del negocio.

Y no es que se esté regulando, se está prohibiendo directamente la actividad.

2. Todos los partidos políticos, juntos en esto

Lo que resulta aún más curioso es que esta medida no es cosa de un solo partido político de izquierdas o de un grupo radical.

Todo el mundo está en el ajo, desde Vox hasta Sumar, todos están empujando para hacerle la vida imposible a los pequeños propietarios.

¿Por qué?

Porque, al parecer, no les basta con que los hoteles sean los que manden en el mercado turístico.

Claro, regular está bien, pero lo que están haciendo es romper el juego y dejar a los grandes hoteleros como únicos beneficiados.

¿Qué pasa con los que de verdad han logrado crear algo en este mercado gracias a plataformas como Airbnb?

Pues que, en la práctica, los están echando del juego.

Como en el ajedrez, hacke al Rey y luego Hacke Mate.

3. El acceso a la calle, una barrera absurda

Imagina que quieres alquilar tu piso en Madrid. Hasta ahora, todo bien, tu apartamento está listo y lo pones online.

Pero llega la nueva ley, y te dicen que solo podrán alquilarse a turistas los pisos que tengan acceso directo a la calle y ascensor privado.

¿Quién tiene un ascensor privado en su casa?

O sea, es imposible que un propietario cumpla con esa norma, a menos que te estés refiriendo a un ático de lujo o algo así.

La idea de que esta medida va a regular y ordenar el mercado es una falacia total.

Es más, va a hacer que el alquiler turístico en Madrid casi desaparezca, punto.

4. El lobby hotelero manda, y no tiene freno

Detrás de todo esto, como era de esperar, están los grandes intereses del sector hotelero.

Exceltur, la principal asociación de empresas turísticas en España, ha sido de las más vocales en atacar el alquiler vacacional.

¿Por qué?

Porque para ellos, los pisos turísticos son competencia directa. Lo que buscan con estas leyes es reducir esa competencia.

En resumen, si consiguen que los pisos turísticos desaparezcan o se regulen al extremo, los hoteles van a tener todo el pastel para ellos.

Crear un monopolio o oligopolio, o sea cortarle las piernas a tu competencia.

Ojo, porque esta no es solo una guerra política, es una jugada económica muy bien pensada.

Los que menos ganan con esto son los pequeños propietarios y los emprendedores que han invertido en este sector.

5. Los alquileres de corta duración no son solo para turistas

A lo mejor piensas que el alquiler turístico solo lo usan los turistas que vienen a dar vueltas por la ciudad.

Pero no es así.

Cada vez más, los alquileres de corta duración son usados por trabajadores temporales, estudiantes o nómadas digitales que necesitan un lugar donde quedarse por pocos meses o semanas.

Esto no tiene nada que ver con el turismo tradicional. Estas personas no tienen opciones económicas si los precios de los hoteles son altísimos, y tampoco les sirve un contrato de alquiler largo.

Así que recurren a plataformas como Airbnb porque les dan la flexibilidad y el precio que necesitan.

Pero si todo esto desaparece, se quedarán sin opciones.

Y no solo los turistas, sino todos esos perfiles que han encontrado en el alquiler de corta duración una solución perfecta a sus necesidades.

Lo que está pasando con el alquiler turístico en Madrid no es una simple regulación, es una limpieza del mercado que beneficia a los grandes actores y deja fuera a los pequeños emprendedores.

El problema es que no solo está afectando a los que alquilan su piso, sino a un montón de sectores que dependen de esa flexibilidad.

Si se prohíbe, ¿Quién se lleva la peor parte?

No son los turistas, ni los viajeros de negocios.

Son los vecinos, los pequeños empresarios, y todos los que necesitan ese espacio para vivir o trabajar de forma temporal.

Y esto es lo que pienso realmente,

El sector hotelero lo controlan los fondos de inversión, que son los mismos que controlan las carteras de activos inmobiliarios que tenían las entidades bancarias.

El caso es que esos pisos están siendo sacados al mercado a cuenta gotas para venderlo más caros.

Por otro lado, presionan para que los pisos en alquiler turístico no les hagan la competencia a sus cadenas hoteleras.

Porque saben que los alquileres turísticos apenas tienen impacto en el precio o alquiler de la vivienda, pero si mucho impacto en las tarifas medias de las noches de hotel.

Prohibir pisos turísticos no arregla en nada el problema de vivienda, pero les deja el monopolio hotelero a los fondos y algunas cadenas.

Seamos listos, dejemos que el que quiera poner su casa en airbnb, o reformar un local o rehabilitar unas oficinas para ese fin lo haga.

Si queremos que haya vivienda asequible sentémonos en dar seguridad jurídica a los alquileres, y en dar ventajas fiscales a la construcción para el alquiler residencial y obra nueva.

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