Cuando tenía 20 años, vivía en Madrid y estudiaba música clásica. Más concretamente tocaba la tuba.

Que no, la trompeta grande, ni el trompón, ni trompeta baja…

Mi instrumento era tan grande, que parecía que iba con un camión con remolque.

Te imaginas entrar al autobús siempre mirando por el retrovisor para no darle a nadie cuando daba un giro.

En fin, de vez en cuando, alguien se llevaba un tubazo…jeje

Siempre cogía paraguas de los chinos de 3€ cuando llovía y me duraban 3 telediarios. Vamos que eran malos no, lo siguiente.

Un día me cabreé y dije. Voy a ir al Corte Inglés a comprarme el mejor paraguas que haya, el más premium para que no se rompa.

A día de hoy, después de 10 años, todavía sigue Ready en el maletero de mi coche.

Automático, negro, pequeño y resistente como un tanque soviético.

Cuando salí de la parada del metro, subiendo las escaleras que daban al corte inglés, la típica mujer que te da el romero y te coge desprevenido y de repente te pide una moneda sin pensarlo.

Te saca 1€ del bolsillo y TOMA Y DACAA.

Luego reflexionas, lo tiras y te cabreas.

Segunda parte del libro (La Bala Dorada de Alejandro Pop) Persuasión.

Apúntate a la newsletter si quieres que te entretenga y te haga vender más. (La casilla azul de abajo)