Hoy estamos a Sábado 11 de febrero y hace más de 7 años que no veo a un compañero de Madrid.

No sé si lo sabías, pero estudié música clásica en Madrid, en el Real Conservatorio Superior de Música al lado del museo Reina Sofia, muy cerca de Atocha.

Vamos muy cerca del Retiro y donde pusieron la Bomba del atentado del 11M.

Bien, el caso es que mi compañero que toca el bombardino y se llama Ramón, ha venido este finde para Valencia a visitar a un familiar y me ha invitado a comer.

Y si tendría que definir a Ramón en tres palabras serían estas: VIKINGO, SURFERO Y ERMITAÑO.

Todo correcto, vamos al primer concepto, Vikingo. La primera vez que conocí a Ramón en Madrid, nos fuimos de cervezas y eso era un pozo hondo sin fondo.

Antes se le terminaba la pasta que se emborrachaba…jaja

Una vez hizo unos canalones en el horno y me dijo.

¡Cógete los que quieras! Me cogí una porción de 4 o 5 y el se comió el resto de la bandeja.

Del tirón, de una comida y sin pestañear.

Surfero, porque allí en Canarias casi todos son surferos y una vez estuvimos en la playa de Bujarén pillando olas de 3 a 4 metros.

Yo no, él y sus amigos.

Me metí en el agua como 15 minutos e iba de una parte a la otra comiéndome olas y no se ni como salí vivo de allí.

Y el último concepto Ermitaño, para que te hagas una idea Ramón puede pasar un par de semanas fuera de casa con su coche de los años 60, su tabla y su tienda de campaña alimentándose de frutas, peces y reservas del supermercado más cercano.

El solo, sin amigos, sin perro, solo con la naturaleza.

Bien, ¿Y que tiene que ver todo esto con las ventas?

Pues nada, simplemente que en breve vamos a comer como Vikingos, le voy a llevar un par de Quesos Premiums del supermercado y muchas naranjas. 

Ahora, si quieres surfear por lo negocios, en plan ermitaño y atacando a tu competencia como atacaban los Vikingos a los Ingleses…

Mira abajo!